
El diseño gráfico debe ser tenido en cuenta como el instrumento más
adecuado y eficaz al que podrían acudir las empresas e instituciones
para solventar y ejecutar de forma eficiente sus objetivos en materia de
marketing y comunicación. Es importante que antes de nada, subrayemos
el concepto de diseñador. En su grado más primario
¿qué hace un buen diseñador?
Funcionar como nexo de unión entre el mundo creativo y las necesidades
de sus clientes. Ingenia un proyecto que contiene todos los ingredientes
para atrapar al público y posicionar a una empresa. Desarrolla un
mensaje corporativo en un lenguaje visual estimulante, fresco y agudo.
No debemos equivocarnos a la hora de interiorizar el concepto de diseñador gráfico.
Un diseño no es un accesorio decorativo,
ni mucho menos. Es un vehículo comunicativo. Un buen diseño
transportará al espectador allí donde su creador decida, pero debemos
buscar la profesionalidad y la eficiencia siguiendo un método válido.
Necesitamos trabajar en diferentes dimensiones, desde la investigación,
la codificación y la producción. Esto incluye las características de la
empresa, del proyecto que vamos a crear (sus formas de exhibición y
venta si las hay) y el presupuesto.
Investigación proceso de diseño
En este paso, el diseñador se sumerge en profundidad en el cliente,
ya sea una empresa o un particular. El objetivo es conocer al máximo la
estrategia y sobre todo la cultura corporativa que envuelve al negocio.
La objetividad es un componente fundamental en esta fase, de alguna
manera lo que estamos tratando de extraer de este proceso investigativo
es
el esqueleto y la estructura que soportará todo el trabajo.
Necesitamos hacer una radiografía a nuestros clientes buscando el mayor
grado de precisión en nuestra tarea. Sería muy interesante conocer el
modus operandi de nuestro cliente, su forma de pensar y de vivir incluso
(también su nivel cultural o las influencias que tiene alrededor).
En este primer paso, el análisis será lo que mueva nuestro plan.
Estamos en un periodo muy cerebral y analítico del proyecto.
Necesitaremos también procesar toda la información recabada,ordenarla y
jerarquizarla para poder encontrar los rasgos más elementales. Una vez
hayamos elaborado nuestro informe y hayamos analizado en profundidad al
tipo de persona que está requiriendo nuestros servicios, podremos trazar
una línea y un estilo que esté en armonía con la imagen y la cultura
corporativa.
Aplicación y codificación proceso de diseño
Ya tenemos lo más importante, que son las bases de trabajo. Sabemos
para quién estamos trabajando, sabemos que está buscando y nosotros
sabemos cómo lograrlo. Deberemos buscar en nuestro armario de
conocimientos y sacar todos aquellos ingredientes que funcionen con el
concepto que estamos decididos a diseñar. De alguna manera, podríamos
decir que de lo que se trata es de crear una traducción, somos los
intérpretes entre dos mundos. Aunque suene algo raro,
en realidad un diseñador gráfico es un médium,
es la persona que se encuentra entre dos mundos y debe lograr
establecer la comunicación entre esos dos mundos. Sabemos qué es lo que
quiere nuestro cliente y también sabemos qué clase de ideas,
conocimientos y proyectos pueden ir con él. Tenemos que establecer un
nexo entre las necesidades de nuestros clientes y nuestro particular
mundo visual (el que nos hemos encargado de construir a través de
nuestros conocimientos y nuestra cultura visual).
Es el momento de traer esas ideas a la vida, de codificar todas esas
ideas y conocimientos en el lenguaje visual más apropiado y eficaz. Con
esto no quiero decir que todo el trabajo esté hecho. Al contrario, se
nos presentarán diferentes alternativas, caminos y posibilidades de
creación. Ten en cuenta que somos una gran base de datos y debemos saber
gestionar los estilos visuales, nuestra experiencia personal, las
técnicas, nuestro bagaje y nuestro catálogo de recursos disponibles
(tiempo, medios, stock…).
Producción proceso de diseño
Después de haber hecho pruebas, borradores y haber buscado entre
nuestro arsenal de creativos, lograremos el resultado que cabría
esperar. Si somos personas intuitivas y con gran capacidad de resolución
lograremos dar con la fórmula adecuada. Contamos con todos los
elementos para lograr la misión adecuada, que es representar a nuestro
cliente y despertar una respuesta emocional positiva en nuestro público
con esta representación.
Hemos investigado meticulosamente las implicaciones del proyecto, la
identidad del cliente y hemos construido borradores o bocetos para
esquematizar e ilustrar nuestra idea sirviéndonos de nuestra experiencia
y nuestros recursos, pero antes de pasar al siguiente nivel tenemos que
dar un paso intermedio entre la fase anterior y esta:
Mostrar y presentar nuestra idea esquematizada a los responsables de la empresa.
Una vez que nos den el OK o el visto bueno llega el momento de pasar a
la fase de producción propiamente. Nos embarcaremos en el trabajo y la
construcción del arte final, para posteriormente y una vez finalizado el
proceso enviar a la fase de realización, es decir a la impresión (si es
necesario).

FUENTE; http://www.creativosonline.org/blog/grafica-publicitaria-el-proceso-de-diseno-paso-paso.html